Beber afecta a cualquier hora

Distintos factores modifican efecto de ingerir alcohol

a velocidad a la que metabolizamos el alcohol depende de la interacción de varios factores, los cuales redundan en la forma y el ritmo al que nos afectan las bebidas, según informa el diario español “El País”.

El efecto no se trata sólo de cuánto bebemos, sino también en qué momento del día lo hacemos y cómo tenemos el cuerpo en ese momento. Aunque podemos pensar que no nos sienta igual un trago nocturno que beber a pleno día, la profesora de Nutrición Nyree Dardaria, de la Universidad de Drexel (EE. UU)., afirma que el alcohol se metaboliza prácticamente igual a lo largo del día.

Para ella, lo que cambia es el comportamiento a la hora de beber, que es más controlado en el día, pues lo más seguro es que la persona tenga cosas que hacer.

Por su parte, Alan Burdick, periodista en New Yorker y autor del libro Why Time Flies: A Mostly Scientific Investigation (“Por qué vuela el tiempo: una investigación principalmente científica”) ha llegado a la conclusión de que los científicos no tienen claro cuáles son las mejores condiciones para beber y ocasionar la menor repercusión en el organismo.

Algunos experimentos hechos con animales, asegura Burdick, han mostrado mayor sensibilidad al alcohol durante la noche, algo que los investigadores vincularon a los ritmos circadianos del cuerpo, marcados por esa especie de reloj biológico presente en las células.

Pero otro estudio publicado en Quarterly Journal of Studies on Alcohol, realizado con un grupo masculino de estudiantes que bebió tanto de día como de noche, sugirió que la nocturnidad no tiene mucho que ver.

Mientras otras investigaciones en curso intentan dilucidar esos misterios asociados a las copas, en lo que todos los expertos están de acuerdo es que no hay hora del día en la que el alcohol no tenga ningún impacto. Lo que importa es no pasarse con la dosis y ser conscientes de que, bebamos lo que bebamos, siempre afectará.